La Ley General del Ambiente y su Reglamento integran los requisitos técnicos y legales para el proceso de Licenciamiento Ambiental, como también se establece el deber de cumplimiento y vigilancia a los proyectos para prevenir la comisión de delitos e infracciones, siendo estos la base del marco regulatorio para el debido cumplimiento de las medidas ambientales. Y en el Decreto No. 104-93, indica que el ente regulador para todas las actividades ambientales, será la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA).

Adicionalmente el Reglamento de Evaluación de Impacto Ambiental (SINEIA), el cual tiene por objetivo; crear un instrumento de Evaluación de Impacto Ambiental para el desarrollo sostenible del país y sus recursos naturales, se establece un procedimiento de Licenciamiento Ambiental con el fin de optimizar el trabajo del Estado, Alcaldías y la cooperación internacional para tener mayor productividad, facilitar la inversión del sector privado e internacional y sobre todo la conservación de los recursos naturales.

Las herramientas legales antes citadas, disponen de una serie de principios, regulaciones legales y técnicas, por los cuales se deben regir los procesos de licenciamiento ambiental en la SERNA y las entidades delegadas; podemos mencionar algunas obligaciones de la Secretaria de Estado del Ambiente:

  • Determinar categoría de proyectos, de acuerdo a su impacto ambiental.
  • Emitir licencias ambientales.
  • Vigilar el estricto cumplimiento de la legislación nacional sobre ambiente y de los tratados y convenios internacionales suscritos por Honduras.
  • Determinar sanciones administrativas por incumplimiento a la legislación.
  • Desarrollar y coordinar un Sistema Nacional de Información Ambiental.
  • Proponer aquellas medidas que se consideren idóneas para preservar los recursos naturales.

El marco regulatorio establece que todo proyecto, obra o actividad pública o privada debe contar con una Licencia Ambiental antes de dar inicio a sus operaciones, iniciando con la categorización del proyecto. Estos al cumplir con los requisitos técnicos y legales, el ente regular emite la resolución que comprende las medidas de control ambiental, así como la correspondiente emisión de licencia ambiental con una vigencia de 5 años, la cual se debe renovar de acuerdo a la ley, con cuatro meses de anticipación a la fecha de su vencimiento. Es importante indicar, que es obligación del titular de cada proyecto, el cumplimiento de las medidas, acreditando mediante los Informes de Cumplimiento de Medidas Ambientales (ICMA) los cuales se presentan en una frecuencia anual, para evitar procesos sancionatorios, como ser: multas, suspensión de licencia ambiental, hasta el cierre del proyecto y sobre todo prevenir la comisión de delitos.

De la vigilancia del cumplimiento Ambiental.

La Ley General del Ambiente y su Reglamento establece que toda acción u omisión que se infrinja a lo regulado en la legislación ambiental y disposiciones administrativas, son constitutivas de delito o infracción. Por lo tanto, velar por el debido cumplimiento y vigilancia, ayuda al fortalecimiento de los Recursos Naturales, y mantener bajo supervisión general todos los proyectos susceptibles de generar un impacto ambiental.

Las facultades de inspección y vigilancia del ente regulador, se integra en el artículo 83 de la Ley General del Ambiente, estableciendo que sus funcionarios están investidos de autoridad suficiente para inspeccionar locales, establecimientos o áreas específicas, para exigir a quien corresponda, la información que les permita verificar el fiel cumplimiento de las disposiciones legales correspondientes.

Las infracciones administrativas reguladas en la Ley General del Ambiente, así como en su Reglamento, se gradúan de acuerdo a su impacto negativo al ambiente, pudiendo ser leves, menos graves y graves, por lo tanto, la vigilancia constante a los proyectos por parte de la autoridad, así como la práctica de auditorías internas constantes de cada proyecto, para supervisar el nivel de cumplimiento, ayudará a reducir los impactos negativos del ambiente.

De esta manera la materia ambiental genera un sistema de gestión; el que normalmente implica adoptar buenas prácticas en los proyectos, enfocados a regular la contaminación de los diferentes aspectos medioambientales, que atienden a reforzar el cumplimiento de las directrices ambientales para generar una validación de país como signatarios de diferentes tratados o iniciativas mundiales; que buscan la protección de los recursos y garantizar la calidad de vida.

Alexander Amaya

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